TINDAYA, LA GRAN MONTAÑA, se eleva unos
400 metros sobre el nivel del mar, en plena llanura de
Esquinzo, Fuerteventura, cual poderosa y gran pirámide natural
|
Agustín Demetrio Pallarés Lasso
La sagrada montaña de Tindaya, la espectacular montaña que surge de la llanura, esbelta y rotunda, en forma de gran pirámide natural
La sagrada montaña de Tindaya, la espectacular montaña que surge de la llanura, esbelta y rotunda, en forma de gran pirámide natural
El sentimiento de adoración a la pirámide que se extendió por algunas grandes antiguas culturas, es muy posible que provenga de aquellas primeras adoraciones a las grandes montañas en forma triangular, entre otros motivos el triángulo, un símbolo muy antiguo, ancestral, representaba la clave básica de la geometría sagrada, formando parte de la base de la ‘sección áurea’, que desde los albores de las primeras culturas que se plantearon el plano espiritual, representaba la ‘proporción
divina’. Sintetiza la trinidad del ser, como producto de la unidad del cielo y de la tierra, el "Axis Mundi" (Eje del Mundo).
En algunas representaciones, era el propio Dios, que se simboliza como un triángulo con un ojo dentro "el ojo que todo lo ve", significando así, esa síntesis trina que supone la unión de lo material con lo espiritual. Pero, y ¿qué tendría todo esto que ver con la antigua cultura que habitó la isla de Fuerteventura? Ahora, se está seguro científicamente, por las investigaciones genéticas, que las Islas Canarias fueron habitadas de manera consistente, poblamiento fundacional, hace un mínimo de cinco mil años, y según indican las secuenciaciones de esas mismas investigaciones, se habrían empezado a poblar, desde las islas más orientales hacia las occidentales
En algunas representaciones, era el propio Dios, que se simboliza como un triángulo con un ojo dentro "el ojo que todo lo ve", significando así, esa síntesis trina que supone la unión de lo material con lo espiritual. Pero, y ¿qué tendría todo esto que ver con la antigua cultura que habitó la isla de Fuerteventura? Ahora, se está seguro científicamente, por las investigaciones genéticas, que las Islas Canarias fueron habitadas de manera consistente, poblamiento fundacional, hace un mínimo de cinco mil años, y según indican las secuenciaciones de esas mismas investigaciones, se habrían empezado a poblar, desde las islas más orientales hacia las occidentales
Tindaya, en la ancestral "lengua madre", cuyos orígenes en gran parte estuvieron en el antiguo Sáhara verde de hace más de ocho mil años (Tin-daya) probablemente significaría montaña grande, "La Gran Montaña" de
los antiguos majos de Herbania, herederos a la vez de las mas
ancestrales culturas milenarias, entre otros ejemplos con la herencia de la lengua mas occidental y primaria, como la que se habló en el mundo protoamazighe. Todavía se conserva en importantes topónimos sagrados de las dos islas más orientales, Lanzarote y Fuerteventura, el término "Ama", uno de los nombres que hacían referencia a "la madre", la dueña primordial, como en Gran Canaria "Jana" Tir-a-Jana, todavía se utiliza en el euskera, que tuvo también sus profundas raices en esa lengua madre, para nombrar a sus madres, a la vez qué, como decimos, todavía se encuentra incrustado en ancestrales topónimos de Canarias, sobre todo en montañas, qué siendo consideradas homenajes a la diosa madre, se les puede apreciar este término alusivo: Guardilama (Guar-dil-AMA) Diama (Di-AMA) Tinamala (Tin-AMA-la) todas ellas en Lanzarote.
Montaña sagrada de Guardilama (Guar-dil-AMA) Lanzarote. En su parte alta, los antiguos majos hicieron canales rituales en la roca a base de un extraordinario pulido
|
Si la procedencia de las culturas Mahas originarias provienen del antiguo Sáhara verde de más de cinco mil años, y con la terrible desecación que se produjo bruscamente, no solo se irradiaron aquellas etnias hacia Canarias, sino también hacia el norte de África, y hacia la cuenca del Nilo, a donde llegaron rasgos étnicos como los de Canarias, aunque luego en el antiguo Egipto, más abiertos a las culturas de oriente medio y Mesopotamia, aquellas antiguas etnias provenientes del antiguo Sáhara verde, acabarían ayudando a constituir las primeras culturas predinásticas, llegándose luego todo a transformar en una de las más importantes culturas de la antigüedad. Por tanto, esa ancestral conexión con la cultura del más antiguo Egipto, queda demostrada en las islas más orientales de Canarias por varias evidencias constatadas, como por ejemplo, mediante la adoración que ejercían en estas islas, tanto a las "montañas
pirámides" como aquellas en
forma de esfinges, precedentes que fueron de monumentos e iconografías de
aquella gran cultura del entorno del Nilo, y sin olvidar la sorprendente conexión de la refinada cultura astronómica, en ambas culturas, la canaria y egipcia antiguas.
Al respecto, decir qué estoy a punto de publicar un trabajo de investigación arqueoastronómico de Lanzarote, en donde incluso, han salido a relucir evidencias totalmente irrefutables de una conexión del mundo cultual antiguo isleño con el del más antiguo Egipto.
Enlace a COSMOGUENIA
¿Sería nuestra ancestral montaña de TINDAYA, conocida en todo aquel emporio de etnias desarrolladas e irradiadas de aquel antiquísimo Sáhara verde? ¿sería ya la madre de todas las montañas, por su forma y composición, la que ya en el pasado más remoto, se encontraba inmersa en lo sagrado de lo que fue el gran embrión de culturas, que se acabaría convirtiendo en lo que luego fueron las civilizaciones de las que se tiene conocimiento en el mundo occidental y riveras del Nilo?. Vamos ha desarrollar nuestras hipótesis, que no es más que eso, pero trataremos de argumentarla con mente amplia, en el contexto, y también mente abierta, a ver si así mostramos resquicios de luz en la plana arqueología que impera.
Como luego hicieron, cuando se construyó la gran
pirámide de Guiza, ¿quién sabe si a semejanza de aquella Gran Montaña en el extremo occidental donde se ponía el sol y descansaban las almas de los muertos, Gran Montaña representativa de la sustentadora Madre Naturaleza, cuya función simbólica, entre otras, fuese
la de ser fecundada a través de la absorción de su especial material mineral, y su mágica forma triangular de vértice hacia el cenital, por la pura energía de la
luz del sol y de la luna, para que a su vez, toda esa energía y
fecundidad fuese irradiada para expandirse por todo su entorno?.
Las
grandes pirámides de Keops y Kefrén, en Giza, están fabricadas con
bloques de piedra caliza, el material más idóneo y abundante de la
zona para su fabricación, pero luego utilizaron granito rosa traído de las canteras de Asuán para diversos detalles de la construcción, se cree que el piramidón ya desaparecido del vértice de la gran pirámide era también de ese material, ¿quién sabe si en el antiguo Egipto dinástico, sentían el deber fundamental de
reconstruir aquella sagrada montaña del extremo más occidental, al que ellos llamaban el "Amenti", la reconstrucción de la Gran Montaña en forma de gran pirámide, La Tindaya de la ancestral Herbania?.
Curiosamente Tindaya no es cómo las demás montañas de la isla, esta sagrada montaña está compuesta de granito traquítico, y el material más parecido a éste, en Egipto, era el granito rosa que acarreaban desde la lejana cantera de Asuán.
La
montaña de Tindaya es una gran chimenea de materiales igneos, el extremo de una gran cámara magmática, que
quedó al descubierto por desmantelamiento del material que forraba
aquel conducto proveniente de las entrañas de la isla, en medio de
la gran llanura de Esquinzo, su componente más importante es
granito traquítico, una piedra ignea no muy común, de bellos tonos de
colores rosáceos y grises, y qué surcados a su vez por vetas de
oxido de hierro y manganeso, mutan, según la luz, en colores rojizos
y anaranjados. Técnicamente se trata de una formación basáltica de
composición cuarzo-traquítica, un material de calidad ornamental,
que desgraciadamente para TINDAYA, alcanza muy buenos precios. Ya se han sacado de alguna cantera de
la montaña porciones de este material
con el que, por ejemplo, se han construido
bellos revestimientos de algunos edificios como el del auditorio
Alfredo Kraus en Las Palmas, el frontis del edificio de los nuevos
juzgados en la misma ciudad, el edificio de Caja de Canarias en la
capital tinerfeña,
o el frontis de un centro comercial del pueblo de Corralejo, al norte
de Fuerteventura.
Algunos de los edificios en Canarias que tienen revestimiento con piedra de la montaña de Tindaya |
Con el proyecto artístico de Chillida en Tindaya, qué cómo se sabe consiste en realizarle un importante vaciado al tercio superior de la montaña, obviamente, las
toneladas de material obtenido supondrían unos considerables
beneficios, no se sabe bien para quienes, pero que supondrían la destrucción de parte de una valiosa identidad de nuestro pueblo, que luego sería irrecuperable.
En
lo que se refiere a la faceta histórica y arqueológica, la montaña
de Tindaya constituye el epicentro de unas manifestaciones rupestres que
existen en toda la zona, sobre todo de tipo esquemáticas,
ideograficas, y sobre todo de carácter simbólicas y epigráficas
Algunos de los paneles de la inédita y extraordinaria escritura encontrada en la zona próxima a La Gran Montaña, la montaña sagrada de Tindaya
|
Hasta ahora
hay varias hipótesis sobre estas manifestaciones rupestres de
carácter alfabético, o incluso, cómo se está barajando, hasta que tengan un hipotético significado u origen numérico. Se ha tratado de traducir desde
el silábico ibérico, o desde el rúnico, pero una de las
hipótesis sobre esta extraordinaria escritura, la más difundida e incluso enraizada en la opinión
general, es la hipótesis de que lo que en realidad practicaba esta versada población de los alrededores de la sagrada montaña de Tindaya, queda desechada por lo recondido de los lugares donde se ubican estos paneles que fueran escritos por navegantes fortuitos, fueran signos que constituían la expresión escrita de una lengua de origen amazighe
en alfabeto romano o latino, es decir, algo así cómo
hacen los que hablan la lengua rusa, que teniendo su propio alfabeto, el
cirílico, sin embargo a veces escriben para
definir fonéticamente su lengua en los
actuales signos de origen latino que usamos en occidente, aunque esto entraña
ciertas dificultades. A pesar de que esta hipótesis está extendida,
ya algunos expertos en escrituras latinas hablan de la imposibilidad
de esta hipótesis de vínculo latino-amazighe, ya que, entre otros muchos detalles, a pesar de que algunos signos sean iguales que en el alfabeto
antiguo latino, otros signos no lo son, y sobre todo, a estas escrituras encontradas les faltarían
varios signos latinos, "O", "Q", "G",
"T", imprescindibles a todas luces para ser usados
fonéticamente en lenguas imazighen. Se ha dicho que se encontraron entre tantos paneles descubiertos unos cuatro nombres propios bereberes que se podrían pronunciar con la fonética latina de los signos utilizados de esta escritura, pero cuando se ve cuales son esos signos, cualquier experto dirá enseguida que no tienen absolutamente nada que ver con los signos latinos que han tratado de identificar, por ejemplo, cuando han utilizado un signo de esa escritura parecido a la "T", pero qué en absoluto no lo es.
Enlace a la Teoría sobre escrituras lineales de Fuerteventura y Lanzarote
Enlace a la Teoría sobre escrituras lineales de Fuerteventura y Lanzarote
Pronto se sabrá el enorme valor
de estas manifestaciones rupestres epigráficas, concentradas en su
mayoría alrededor y en las cercanías de La Gran Montaña,
Tindaya, cuyos adoradores estaban
familiarizados con esta extraordinaria escritura que poseía el valor
de la génesis creativa de un alfabeto fundamental para las posteriores
grandes culturas. De la creación de este alfabeto, que llegaría a estas islas orientales desde algún emporio cultural cercano, y efectivamente,
según los últimos estudios, la escritura romana o latina, y
por tanto, nada menos que muchos de los signos de nuestra actual
escritura, proceden de la génesis de esta escritura encontrada en estas dos islas.
Situación de los principales paneles de esta extraordinaria escritura satélite de La Gran Montaña, Tindaya |
En
la propia montaña de Tindaya no se han encontrado signos
epigráficos, curiosamente tampoco existen signos de escritura en lugares sagrados de parecida proyección en el espacio, en la
Gran Pirámide de Guiza, hasta nuestros días solo nos han llegado tres signos escritos, en su interior, en la puerta sellada, se cree, desde su construcción, de la gran pirámide del lado que da a la gran esfinge. Sorprendentemente son signos que podríamos definir como líbico-canarios, y estos signos hallados en el interior de la gran pirámide
de Guiza se pueden definir así, porque dos de estos tres signos
hallados en este emblemático lugar son signos que se pueden
encontrar en el norte de África, en la antigua Libia, y en Canarias,
pero en donde solo se pueden encontrar los tres signos geométricos y provenientes de la simbología, es en Canarias, ya que uno
de esos signos es exclusivo de estas islas.
Por
tanto, aquellas poblaciones que habitaban la actual Fuerteventura y Lanzarote, de la misma etnia, estaban en posesión de dos escrituras diferentes, lo que nos dice del empaque cultural del sustrato poblacional más antiguo de estas dos islas, algo inexistente en las demás Islas Canarias, aunque si se han encontrado en todas las demás islas signos sueltos o incluso algún panel aislado, de esta escritura lineal abierta. Una de estas escrituras estaba
compuesta por signos simbólicos de estructuras geométricas
cerradas, y signos lineales, alfabeto casi idéntico a otro del mismo
estilo practicado en Lanzarote, y parecido en bastantes signos al
practicado en otras islas canarias y África del norte, escrituras
todas estas encuadradas en las denominadas de estilo líbico-bereber
En el
caso de las islas, líbico-canarias, y además de éste, poseían otro
alfabeto formado totalmente por signos lineales abiertos, estos
últimos signos localizados en su mayoría en las inmediaciones del
paralelo 28° 30', correspondiente al trópico lunar en su parada
mayor durante la luna llena del solsticio de invierno, lo que ha llevado a pensar en su relación con cómputos de ciclos lunares. También
se han localizado paneles de signos de esta extraordinaria escritura en la isla de Lanzarote, pero no de forma tan
abundante cómo en estas coordenadas geográficas de esta zona de Fuerteventura, zona relacionada con el trópico del lunasticio.
Ya
se han estudiado las alineaciones astronómicas de Tindaya,
conexiones de la Gran Montaña con lo que ritualmente se denominaban,
por las antiguas religiones de esta zona, puertas solsticiales,
puertas hacia "la caverna cósmica", el denominado "cielo"
por la cristiandad, allá donde se consideraba en la antigüedad que
habitaban los dioses y diferentes deidades, así como antepasados y
héroes. Se sabe que la mayoría de los podomorfos de Tindaya están
orientados hacia la puesta de sol cuando este está sobre el punto
solsticial de invierno.
El dios sol ejercía de "gran ojo"
en este rito de comunicación entre este plano y el de la otra vida,
el sol, sobre la montaña, y alineado en perfecta "combinación
de caja fuerte" con el punto solsticial sobre la eclíptica, lograba abrir la "puerta cósmica", para que se produjese el tránsito del espíritu de los fallecidos hacia el plano del más allá, o se estableciera la comunicación expedita del sacerdote en el acto de mediación entre los feligreses y las diferentes deidades de la época en el rito de oración y rogativa, una especie de "stargate"
de la ciencia ficción qué en la actualidad usamos de entretenimiento.
Los podomorfos fueron el resultado simbólico de un rito
funerario que consistía en que cuando moría alguien importante, y
después de haberlo colocado en la tumba correspondiente, se subía, en este caso a
la sagrada montaña "axis mundi", desde donde poder hacer
la conexión con el más allá, se rompía el recipiente de barro
usado en vida por el fallecido para comer y beber, recipiente que era
personal e intransferible, y se depositaban allí las sandalias de
éste (aunque se piensa qué no han sobrevivido en Canarias costumbres ancestrales, sin embargo hay vestigios de este rito en lugares sagrados determinados de Lanzarote, donde se pueden ver restos de hace aproximadamente un centenar de años, de suelas de alpargatas qué aun quedan del calzado del difunto que se depositaba en esos sitios), finalmente y de forma simbólica se grababa una pareja de
pies en dirección a la puerta solsticial, representando la dirección del camino
qué a través del rayo de luz tendría que tomar el espíritu del
fallecido para ocupar un puesto dentro de la "caverna cósmica",
"el cielo" realizándose el mismo ritual que en la gran pirámide de Keops, el "rito de lanzamiento" del espíritu del muerto, en la gran pirámide se simbolizaba ese lanzamiento desde la cámara del rey o del de la reina, a través de los conductos que atraviesan la pirámide.
Se supone por tanto qué los grabados
podomorfos de la cumbre de Tindaya sean producto de correspondientes
ritos funerarios ofrecidos a relevantes personas, tras la consiguiente decisión de aquellas antiguas
culturas sobre si dichas personas habían evolucionado en este plano de la vida lo suficiente para trascender de manera divina al plano superior. Cuando los que morían pertenecían a la misma relevante familia o estirpe
se iban grabando los pies de
manera correlativa, pegadas las parejas de podomorfos unas a otras.
Parejas de podomorfos en Tindaya con la misma orientación y pegados unos a otros, indicando la pertenencia a la misma estirpe
|
Pero
Tindaya, La Gran Montaña, todavía nos reserva otra sorpresa, algo qué no se ha estudiado hasta ahora por las distintas investigaciones en el lugar, en
este caso otra conexión astronómica con la luna, una espectacular conexión cenital que explica en cierto modo porqué hay un buen número de podomorfos orientados hacia la cima de la montaña, y por ende hacia el cenit, la vertical hacia la bóveda celeste, algo
sorprendente que le da un valor aún más preciado al rango sagrado
de la montaña por conexión astral, y que planteo aquí de forma hasta ahora inédita, las coordenadas de posición
geográfica de Tindaya en el planeta Tierra, el trópico de la parada mayor de
la luna en el hemisferio norte de la Tierra.
El trópico de cáncer es aquel paralelo situado a 23° 30' norte, en el que el sol llega a estar en su perfecta vertical con la superficie de la Tierra el día del solsticio de verano, eso ocurre una vez cada año, y a partir de ese día el sol estará en una perpendicular a la superficie de la Tierra cada vez a una latitud más al sur, cuando llega a la vertical del ecuador, tres meses después, será el equinoccio, y tres meses mas tarde estará el sol en la vertical del trópico de Capricornio, sería entonces el solsticio de invierno.
El trópico de cáncer es aquel paralelo situado a 23° 30' norte, en el que el sol llega a estar en su perfecta vertical con la superficie de la Tierra el día del solsticio de verano, eso ocurre una vez cada año, y a partir de ese día el sol estará en una perpendicular a la superficie de la Tierra cada vez a una latitud más al sur, cuando llega a la vertical del ecuador, tres meses después, será el equinoccio, y tres meses mas tarde estará el sol en la vertical del trópico de Capricornio, sería entonces el solsticio de invierno.
Con la luna es
diferente al estar separada cinco grados de la eclíptica, su
lunasticio de verano, su parada mayor durante la luna llena del
solsticio de invierno, entonces la luna alcanzaría la vertical perfecta a la
tierra en el paralelo 28° 30', cinco grados más al norte del trópico
de Cáncer, recordemos que esto ocurre por los cinco grados de
separación que tiene la luna con la eclíptica. Pues bien, Tindaya
está en el paralelo 28° 32', prácticamente en la vertical perfecta
del lunasticio, en la parada mayor de la luna durante la luna llena
más próxima al solsticio de invierno, hecho qué se produce nada menos que cada 18,6 años, hay que aclarar que este complicado ciclo lunar ya era controlado por estos sacerdotes astrónomos de la etnia de los antiguos majos, y hay espectaculares evidencias de ésto que se pueden constatar mediante el descubrimiento en Lanzarote de sagrados observatorios astronómicos para medir este ciclo.
En Tindaya, La Gran Montaña, sin embargo este ciclo no era constatado mediante observaciones a través de marcadores de posición de la luna en horizontes abruptos, sino en marcadores de posiciones cenitales, una auténtica novedad descubierta en nuestras islas, como la abundancia de altares a la Luna en Anaga, Tenerife, que está a la misma latitud que TINDAYA, y donde se aprecia por tanto también este fenómeno. En la antigüedad las
diferentes verticales o inclinaciones del sol y la luna en el cenit
se podían medir gracias a los denominados gnomones. Un gnomon se puede conseguir con palos puestos en vertical, o piedras obeliscas erguidas, o con la figura humana de pie, en vertical, y entonces se
observaba el tamaño y dirección de la sombra que se proyectaba
según la hora y época del año.
Las paradas lunares, debido a la separación de cinco grados de la luna con la eclíptica, se producen a lo largo de ciclos de una duración de 18,6 años, y debido a que en la parada menor la luna solo alcanza en su periplo de amplitud de arco mensual una verticalidad de 18° 30', cinco grados menos que los 23° 30' del trópico de Cáncer, donde el sol alcanza la perpendicularidad con la superficie de la Tierra en el solsticio de verano, y además, debido a la evidente influencia de la luna sobre las mareas y corrientes marinas, hace que esa oscilación de diez grados cada 9,3 años, de un poco más de un grado cada año, en la vertical de los extremos del arco de recorrido mensual que realiza la luna sobre la linea del horizonte, arco del horizonte oriental en las salidas de la luna, y arco en el horizonte occidental en las puestas, esa influencia lunar sobre mareas y corrientes marinas hace que se produzcan unos destacados y diferentes parámetros cíclicos en las condiciones climáticas, y por tanto esos parámetros meteorológicos cíclicos también afectan a las producciones y calidades, agrícolas y ganaderas. Ritualmente estos ciclos lunares fueron muy tenidos en cuenta, formándose con estos ciclos calendarios rituales lunares que incluso han pasado a las efemérides en las adoraciones actuales de las vírgenes cristianas, equivalentes a la adoración lunar antigua. Este ciclo de 18,6 años se dividía en periodos de aproximadamente cuatro años y medio, y la iglesia en Canarias refleja este hecho, por ejemplo, en los cuatro o cinco años de las bajadas de las vírgenes en las islas del Hierro y La Palma, escenificándose las bajadas en el horizonte de la luna en esos periodos de tiempo. Estos ajustes de fechas rituales en el calendario cristiano son debidos a la imposibilidad de hacerlo por calendarios de posición de la luna, y al tener que celebrar las fiestas actualmente por un calendario exclusivamente numérico, como lo es el juliano, en vez de celebrarlo cada 4.5 años lo han determinado en un isla en 4 años y en otra en 5.
Las paradas lunares, debido a la separación de cinco grados de la luna con la eclíptica, se producen a lo largo de ciclos de una duración de 18,6 años, y debido a que en la parada menor la luna solo alcanza en su periplo de amplitud de arco mensual una verticalidad de 18° 30', cinco grados menos que los 23° 30' del trópico de Cáncer, donde el sol alcanza la perpendicularidad con la superficie de la Tierra en el solsticio de verano, y además, debido a la evidente influencia de la luna sobre las mareas y corrientes marinas, hace que esa oscilación de diez grados cada 9,3 años, de un poco más de un grado cada año, en la vertical de los extremos del arco de recorrido mensual que realiza la luna sobre la linea del horizonte, arco del horizonte oriental en las salidas de la luna, y arco en el horizonte occidental en las puestas, esa influencia lunar sobre mareas y corrientes marinas hace que se produzcan unos destacados y diferentes parámetros cíclicos en las condiciones climáticas, y por tanto esos parámetros meteorológicos cíclicos también afectan a las producciones y calidades, agrícolas y ganaderas. Ritualmente estos ciclos lunares fueron muy tenidos en cuenta, formándose con estos ciclos calendarios rituales lunares que incluso han pasado a las efemérides en las adoraciones actuales de las vírgenes cristianas, equivalentes a la adoración lunar antigua. Este ciclo de 18,6 años se dividía en periodos de aproximadamente cuatro años y medio, y la iglesia en Canarias refleja este hecho, por ejemplo, en los cuatro o cinco años de las bajadas de las vírgenes en las islas del Hierro y La Palma, escenificándose las bajadas en el horizonte de la luna en esos periodos de tiempo. Estos ajustes de fechas rituales en el calendario cristiano son debidos a la imposibilidad de hacerlo por calendarios de posición de la luna, y al tener que celebrar las fiestas actualmente por un calendario exclusivamente numérico, como lo es el juliano, en vez de celebrarlo cada 4.5 años lo han determinado en un isla en 4 años y en otra en 5.
En la iconografía antigua también
se sacralizaron estos ciclos, esto se puede observar en los
contadores lunares de la estela de Zonzamas en Lanzarote, o mediante
la sagrada figura de la diosa Tanit, heredera de la mucho más antigua Cruz de Agadez, del mismo corazón del antiguo Sáhara verde en África.
He buscado el gnomon que las
antiguas poblaciones de Fuerteventura usaban para realizar el rito a
la luna en su lunasticio, en la parada mayor de la luna llena mas
cercana al dia del solsticio de invierno, gracias a la posición de
Tindaya en el hemisferio norte de la Tierra, lo que la hizo aún mas
sagrada y poderosa en la cosmogonía antigua de la zona, y que
probablemente, hizo que aquellos sacerdotes astrónomos de la época,
la llevasen y trascendiese en sus rememoranzas a donde fueran.
Existe una referencia histórica, ya que es relatada por el gran historiador griego Herodoto, que en la antiguedad más remota entró una corriente migratoria por el extremo occidental de Africa, en relación al principio de la cultura egipcia, hacen más de seis mil años, a través del Cabo Soloeis, que algunos quieren relacionar con el actual Cabo Jubi. El gran Herodoto dice que esta tercera ruta que fundó la más antigua cultura egipcia, acabó en Abydos, la sagrada ciudad del Nilo , los egipcios siempre consideraron la cuna de su civilización en el occidente. Los actuales historiadores no quieren oír hablar de esta evidencia histórica, ya que quizás con esto, se les descuadra totalmente lo convencional en la inmensidad de la antiguedad, y prefieren pensar que, aunque en Fuerteventura se han encontrado evidencias humanas datadas en tres mil años antes de Cristo, y en Lanzarote dataciones de actividad humana de casi cinco mil años antes de Cristo, a pesar de que no logran dar explicación a las momificaciones canarias desconocidas en el norte de Africa, la inexistencia en el Africa septentrional de esa escritura lineal abierta, primigenia de las escrituras posteriores latinas, la exclusividad en Canarias de algunos signos con respecto a los alfabetos líbicos, los exclusivos y elevados conocimientos astronómicos de Canarias, y elementos iguales de la astrología egipcia y canaria antigua, qué daré a conocer en mi próximo trabajo, así cómo elementos culturales comunes cómo la lucha canaria, igual qué la egipcia, y también desconocida en las culturas imazighen de principios de nuestra era, etc., etc. Los historiadores académicos prefieren pensar que los pobladores de Canarias fueron bereberes, cuya cultura amazighe, que es en parte también procedente del antiguo Sáhara verde, pero que no absorbieron ciertos rasgos como la momificación, y otros, y que según nos dicen llegarían aquí desde el norte de África, más o menos justo en el comienzo de nuestra era, al parecer, nos dicen, algunas tribus fueron vencidas por los romanos, cortaron las lenguas a los prisioneros, para, a continuación desterrarlos en estas islas. No olvidemos qué con esta nueva perspectiva de datos que he dado, se está reconociendo, que las culturas amazighes fueron influenciadas por la central cultura antigua y ancestral situada seguramente muy cerca de Canarias. Curiosamente, los propios bereberes tienen una de las varias leyendas sobre su procedencia, que vinieron por esta parte del extremo occidental, parecida a la leyenda de los egipcios sobre de donde vino la cuna de su civilización, esa concreta leyenda amazighe dice que "los bereberes vinieron del Atlántico a través de las Islas Canarias".
¿Existía el gnomon en la cúspide de La Gran Montaña, en el vértice de Tindaya, para hacer valer las priviligiadas coordenadas de situación astronómica en el ciclo de los lunasticios?.
Solo faltaba encontrar esa evidencia física tan importante para demostrar el ejercicio de ese ritual de la luna por los antiguos de Herbania. Y La
evidencia no dejaba dudas, en mitad de una plataforma en forma de rampa, con una pequeña inclinación hacia la cúspide,
en cuyo suelo se había grabado el conjunto mas numeroso de
podomorfos, se alza una roca que destaca sobremanera, parece sin ninguna duda estar ahí para algo destacado, algo así cómo lo fué simbólicamente el piramidón, que en la antiguedad coronaba la gran pirámide de Keops. Además, esa roca en forma de menhir, de aproximadamente un metro de alto, es conocida por los que frecuentan tan mágico lugar en la cúspide de la sagrada montaña, por su evidente importancia, como "EL ALTAR"
justo nombre el de, EL ALTAR, ya qué definitivamente podemos presentir que el sacerdote se pondría de pie sobre dicho menhir, formándose un gnomon, y la sombra que proyectaría sobre la plana plataforma se iría acortando cada año en la luna llena más próxima al solsticio de invierno, o alargándose cada año, hasta que solo ese mágico día del sagrado ciclo lunar,
cuando la luna, solo una vez cada 18,6 años, estuviese en el cenit de
la montaña, su cuerpo no proyectase sombra alguna, y entonces, toda
la energía de esa luz lunar penetraría en la enorme pirámide natural, para luego ser proyectada
desde la cúspide del santuario de Tindaya, la sagrada Gran Montaña.
El último año en que se produjo ese extraordinario evento fue en el 2.006, y tuve el honor de estar allí, el próximo en el que ocurrirá tal extraordinario fenómeno será en el 2020.
Agustín Demetrio Pallarés Lasso
Agustín Demetrio Pallarés Lasso