jueves, 17 de febrero de 2011

ANTIGUOS SANTUARIOS ASTRONÓMICOS EN LA ISLA DE LANZAROTE

 Por:   Agustín Demetrio Pallarés Lasso 

           Antonio Romero Mora

 Marcador lunisolar tallado en la roca del borde de un volcán de la Isla de Lanzarote(I.Canarias)

por sus antiguos habitantes.

Desde el punto de observación se podía ver salir el sol por el ventanal en el solsticio de invierno.

Al final de la línea inclinada de la derecha salía la luna llena en su parada mayor durante el solsticio de verano.

Al final de la línea inclinada de la izquierda salía la luna llena, 9,3 años después, en su parada menor durante el solsticio de verano.

Hoy en día, los distintos azimuts correspondientes a las efemérides astronómicas aquí mencionadas, varían ligeramente en este marcador luni-solar con respecto a los azimuts que existían en la antigüedad de esas mismas fechas, cuando se construyó este marcador astronómico de posición del sol y la luna. En un trabajo que se publicará próximamente se explicará el motivo.

Si se hace un clic en la foto, ésta se ve aumentada, y se podrá apreciar la luna junto a la cabeza de la figura humana.

 


 

El acostumbrado y sencillo acto de observar un almanaque o calendario para saber el día de la semana, el día del mes en que estamos, la estación climatológica que transcurre, o cuando será una fiesta determinada, puede llevarnos al error de infravalorar la verdadera dimensión de tal invento. La función principal de todo calendario es la de medir y estructurar el tiempo y, para conseguir esto, las diferentes antiguas culturas elaboraban sus calendarios en base a tradiciones ancestrales y observaciones de los movimientos aparentes y cíclicos que los astros realizan al surcar la bóveda celeste, observaciones que sin duda les indujeron a adquirir importantes conocimientos astronómicos.
 

Que en las Islas Canarias de la preconquista sus habitantes contaban con algún tipo de calendario lo atestiguan diferentes cronista de su conquista como Sedeño y Gómez Escudero, o posteriormente, durante el S. XVII, Abreu Galindo o Marín y Cubas. En dichos testimonios históricos se mencionan efemérides astronómicas conocidas por aquellas culturas como los equinoccios y los solsticios; además de mencionar secuencias tan definitorias para ciertos cálculos cíclicos de la luna como sus plenilunios próximos a algunos solsticios. Así mismo, estas fuentes nos relatan celebraciones de fiestas y rituales por aquellas poblaciones, posiblemente determinadas por un calendario religioso-astronómico. Y es después de un largo periodo de observaciones e investigaciones según métodos arqueoastronómicos, que relacionan la arqueología con la astronomía, cuando se nos empieza a desvelar el significado de algunos de aquellos lugares que servían a la vez como observatorios, en los que tomaban referencias para elaborar su calendario astronómico, y como auténticos santuarios donde escenificaban los rituales de su cosmogonía religiosa. Ya en algunas de las Islas Canarias se habían encontrado lugares con evidencias de estos conocimientos entre las culturas de la antigüedad; ahora en Lanzarote, donde habitaban aquellos “majos” que Gómez de Escudero decía eran adoradores del Sol y de la Luna, y que ritualizaban el encuentro del espíritu de sus antepasados con estos astros, hemos descubierto sorprendentes evidencias que no solamente corroboran aquellas, sino que demuestran con exactitud otros conocimientos hasta ahora no atribuidos a los antiguos habitantes de Canarias, y que sin duda engrandecen a estos arcaicos pueblos, cuya avanzada ciencia se nos revela en las importantes obras realizadas en estos lugares, legado que el tiempo ha querido respetar para la posteridad.
 

Estos yacimientos con connotaciones astronómicas, inéditos en la arqueología isleña, se ubican en determinados cráteres de algunos viejos volcanes de Lanzarote que mencionamos más adelante, aunque sospechamos que no son exclusivos, pues hemos podido percibir fehacientemente que existen evidencias semejantes en otros sitios de la isla.

 La forma circular de los cráteres permite tener un horizonrte abrupto en 360º, y es posible marcar con precisión el punto donde el observador localiza los fenómenos astronómicos en todas direcciones, o sea, ofrecen una cosmovisión bastante completa. Para este fin, aparte de su carácter ritual, sirvieron algunos volcanes de la Isla de Lanzarote: “Guenia”, en el municipio de Teguise, “Caldera Quemada”, en el de Tinajo, y “Caldera Quemada de Órzola” en Haría. Éstos presentan una serie de modificaciones artificiales, como ventanas o portillos en sus bordes, o puntos destacados por rebajes adyacentes, y, en ocasiones, otras modificaciones como levantamiento de terrazas para conseguir determinados niveles donde situar un observador o donde se produce el recorrido de la sombra que proyecta una cierta referencia que actúa como gnomon, etc.; asimismo, se encuentran, tanto en el interior como en el entorno, diferentes marcas que suelen ser desde curiosas construcciones, cuevas excavadas o hipogeos, hasta simples círculos de piedras de menos de un metro de diámetro o grupos de rocas, en ocasiones de considerables tamaños, que aparentemente están en el lugar de forma natural pero una observación más detenida denota una procedencia de otros entornos, (siempre se aprecia la intervención humana). Hemos podido comprobar que las alineaciones que forman entre si las diversas marcas y modificaciones guardan abundantes y sorprendentes relaciones con efemérides y fenómenos astronómicos, lo que nos demuestra que, sin descartar que tuvieran otras funciones o significados para las culturas que realizaron semejantes obras, fueron sin duda utilizados como observatorios, por cierto, algo parecido a lo que sucede con los antiguos cromlechs como el de Stonehenge en Inglaterra, con los que se observan algunas concordancias, como sus formas circulares y sus orientaciones astronómicas, que podrían albergar un origen común quizás más ancestral.

Interior de uno de los cráteres de Lanzarote donde son evidentes sus connotaciones en astronomía sagrada.

Están representadas las constelaciones de "Piscis" y "Leo", en una época en donde el punto solsticial de invierno estaba situado en "Piscis", y el punto solsticial de verano en "Leo"

 

 

 Se pueden apreciar las figuras del "PEZ" y el "LEÖN" realizadas de distinta manufactura en el interior del cráter.

A- punto de observación desde el que se puede ver en el ventanal del borde del cráter salir el sol el día del solsticio de invierno

B- Figura del león practicada de diferentes formas en la ladera interior(probablemente representa la constelación de "LEO", en donde en la fecha que se quiere indicar estaba el punto solsticial de verano)

C- Figura del pez, con el aparente cordón umbilical unido al altar, que a la vez es el punto solsticial de invierno en "PISCIS",(constelación contrapuesta a la de "LEO", 180º en la eclíptica) y punto de observación para ver salir el sol en esa efemérides astronómica de invierno, a través del ventanal del borde del cráter

Es evidente que todas estas apreciasiones son todavía meras hipótesis aparentemente un tanto atrevidas. De nuevo, en un próximo trabajo de investigación, se expondrán lo mas adecuadamente posible los distintos razonamientos y evidencias científicas que puedan corroborar estas tesis.
 

 

Cuando afirmamos que las modificaciones y marcas en los cráteres aludidos están alineadas astronómicamente no nos estamos refiriendo sólo a efemérides o fenómenos que son fácilmente observables, como pueden ser los solsticios de invierno y verano, cuando el Sol, en su desplazamiento diario sobre el horizonte, alcanza los puntos extremos de su recorrido iniciando el desplazamiento en sentido contrario, también hablamos de alineaciones equinocciales de gran precisión, fenómeno cuyo conocimiento se atribuye a las más avanzadas culturas; y si esto puede resultarnos algo exagerado en el contexto de lo que sabemos acerca de los antiguos canarios, es más insólito constatar el admirable conocimiento que poseían del ciclo de 18,6 años que completa la Luna desde una de sus paradas mayores hasta la siguiente, ciclo que tiene relación con la separación de la órbita lunar respecto de la eclíptica. En efecto, existen diversas indicaciones que señalan los puntos donde se producen estas paradas lunares, tanto la mayor como la menor, respecto del observador; esto significaría que conocían el ciclo Metónico, y que probablemente eran capaces de predecir eclipses, todo lo cual viene a revelarnos lo extraordinariamente versados que eran en materia astronómica los que diseñaron estos auténticos santuarios.
 

En nuestro intento de desentrañar lo que significaron estos lugares advertimos que la ingente cantidad de manifestaciones de lo que fue ese importante conocimiento en la antigüedad requiere más detallados estudios.
 

Los dos últimos años de observaciones in situ, investigaciones documentales y dedicación a incrementar nuestros conocimientos de la ciencia astronómica, de la que no somos expertos, nos hacen percibir que existe un camino apasionante de investigación que se ensancha en la medida que se recorre, y que requiere el concurso de especialistas y entidades, y como no, de cualquierea que se aficione por estos temas que proponemos. 

Que puedan aportar otros conocimientos y medios, de los que no disponemos, para avanzar un poco más en la reconstrucción de lo que fue el pasado del pueblo canario, que en ciertas facetas presenta considerables lagunas sobre todo cuando descubrimientos de esta naturaleza abren nuevas y sugerentes vias de interpretación de lo que creemos fue una destacada cultura que se desarrolló en estas maravillosas islas cantadas en todos los tiempos.
 

Por último, es obvia la necesidad de solicitar a los responsables de la materia las medidas consecuentes de conservación, estudio y difusión para conocimiento público de lo que contienen estos lugares, y de ese modo posiblemente haremos más justicia a la memoria de los antepasados.

Autores:

Agustín Demetrio Pallarés Lasso
Antonio romero Mora.
arqueomega@latinmail.com
http://sinsikava.blogspot.com

ASTRONOMEN AUF LANZAROTE


Agustín Demetrio Pallarés Lasso


Es ist üblich und einfach, in einen Kalender oder in ein Terminbuch einzusehen, um einen
Wochentag, einen Tag im Monat, einen Feiertag oder auch einen jahreszeitlichen Zusammenhang
eines Tages festzustellen. Allerdings führt es zu einer Fehleinschätzung, wenn wir die wahre
Bedeutung der Erfindung eines Kalenders unterbewerten. Die wichtigste Bedeutung eines
Kalenders liegt jedoch darin, einen Zeitraum zu ermessen und die Zeit zu gliedern. Um dies zu
erreichen, haben die unterschiedlichsten historischen Kulturen ihre Kalender auf der Grundlage von
Sternbildern und Sternen und den Beobachtungen bei deren Durchwandern des Himmelsraums und
den offensichtlichen Bewegungen und Zyklen erarbeitet. Offensichtlich ermöglichten diese
Beobachtungen auch zweifelsohne Schlußfolgerungen zum Erwerb der für die Einwohner wichtigen
astronomischen Kenntnisse.

Daß die Bewohner der Kanarischen Inseln vor der Eroberung über eine Art von Kalender verfügten,
bezeugen verschiedene Geschichtsschreiber wie Sedeno und Gomez Escudero oder später auch,
während des 17. Jh. Abreu Galindo oder Marín y Cubas. In dessen geschichtlichen Zeugnissen
werden die durch jene Kulturen bekannten astronomischen Zeitrechnungen wie die Tag- und
Nachtgleiche und die Sonnenwende dargelegt. Außerdem wird hier erwähnt, daß bestimmte Reihen
und Folgen für bestimmte zyklische Berechnungen des Mondes vorlagen, die die nächsten
Vollmonde und auch einiges über Sonnenstände nachvollziehbar machten. Ebenso berichten diese
Quellen von den Festen und Riten dieser Völker, die möglicherweise durch einen religiösastronomischen
Kalender bestimmt wurden.

In einer langen Zeit von Beobachtungen und Untersuchungen nach archäologisch-astronomischen
Methoden, die die Archäologie mit der Astronomie in Beziehung bringt, beginnt deren Wichtigkeit
klar zu werden, so daß deutlich wurde, daß einige der aufgefundenen Stellen zugleich als
Observatorium genutzt wurden. Offensichtlich standen sie im Zusammenhang mit der Erarbeitung
ihres astronomischen Kalenders und ebenso sind diese Standorte sicher auch als wirkliche
Heiligtümer zu betrachten, in denen Riten einer kosmischen Religion durchgeführt wurden. Auf
einigen Standorten der Kanarischen Inseln fanden sich zusätzlich Nachweise über Verbindungen
zwischen verschiedenen Kulturen der Vergangenheit.

Auf Lanzarote lebten jene „majos“, von denen Gómez de Escudero sagte, sie wären „Anbeter der
Sonne und des Mondes“ und brächten eine Begegnung der Geister ihrer Ahnen mit den Sternen in
Verbindung. Wir haben überraschende Beweise gefunden, die dies nicht nur bestätigen, sondern
auch durch andere Kenntnisse mit großer Genauigkeit bezeugen, die bisher nicht den früheren
Einwohnern der Kanarischen Inseln zugeordnet wurden. Ohne Zweifel gewinnen diese archaischen
Völker an Bedeutung, deren fortschrittliche Erkenntnisse uns jetzt durch die wichtigen Spuren an
den Bauwerken klar werden, die sie an diesen Standorten errichteten. Dies bezeugt nachhaltig, daß
die Zeit gekommen ist, diese Erkenntnisse für die Forschungen in der Zukunft zu beachten.
Diese Tatsachen und die Erkenntnisse über die Fundstellen mit astronomischen Zusammenhängen,
die bisher in der Archäologie über die Insel nicht veröffentlicht wurden, befinden sich in
bestimmten alten Kratern von Lanzarote, wie dann später ausgeführt werden soll. Auch wenn wir
vermuten, daß es nicht die einzigen Beobachtungsstandorte der Vergangenheit sind, haben wir

feststellen können, daß zweifelsohne ähnliche Beweise an anderen Standorten der Insel vorliegen.
Die runde Form der Krater ermöglicht weite Horizonte von 360° und so ist es möglich, mit
Genauigkeit den Punkt zu bestimmen, von dem aus der Beobachter die astronomischen Vorgänge
nach allen Richtungen einsehen konnte, da so eine vollständige Sicht auf das Himmelsgewölbe
ermöglicht wurde. Zu dieser astronomischen Beobachtung haben neben ihren rituellen Zwecken
einige Vulkane der Insel Lanzarote gedient: „Guenia“ in der Gemeinde Teguise, „Caldera
Quemada“ in der von Tinajo und „Caldera Quemada de Órzola“ in Haría. Auf diese Standorte weist
eine Reihe von künstlichen baulichen Veränderungen hin, wie Fenster oder Öffnungen, die als Tore
an deren Kraterrändern erscheinen oder auch auffällige Stellen, die durch Abgrabungen gebildet
sind.

In anderen Fällen sind deutliche Veränderungen wie Auffüllungen zu Terrassen zu sehen, die dazu
dienten, bestimmte Höhen zu erreichen, von denen aus ein Beobachter den Verlauf eines Schattens
verfolgen konnte, der dort abgebildet wird und gewissermaßen als „Geist“ eine Beziehung zum
Verlauf eines Schattens aufzeigt, also als Abbild dient. Ebenso sind im Inneren des Kraters als
auch im Umkreis verschiedene Merkzeichen vorhanden, die als merkwürdige Bauten in
Erscheinung treten, als Aushöhlungen, Hügel und auch einfache Steinkreise von unter einem Meter
im Durchmesser oder Felsgruppen von unter Umständen beachtlicher Größe. Auch offensichtlich
natürlich erscheinende Steingruppen haben nach sorgfältiger Beobachtung ein aus anderen
Bereichen stammendes Material - (immer wieder wird der menschliche Eingriff erkannt).

Wir haben auch belegen können, daß die Anordnungen der verschiedenen Merkzeichen und
baulichen Veränderungen eine Vielzahl und überraschende Beziehungen mit astronomischen
Ereignissen haben. Dieses zeigt uns, ohne zu übersehen, daß hier auch andere Funktionen oder
Bedeutungen vorliegen könnten, daß die Kulturen, die diese Werke verwirklicht haben, diese ohne
Zweifel als Beobachtungsstellen genutzt haben. Dies ähnelt den Kenntnissen, die wir über die
"cromlechs" in Stonehenge in England kennen, mit denen gewisse Übereinstimmungen beobachtet
werden, wie die kreisrunden Formen und die astronomischen Orientierungen, die möglicherweise
einen gemeinsamen und vielleicht noch älteren Ursprung haben.

Als wir behaupteten, daß sich die Veränderungen und Merkzeichen in den erwähnten Kratern in
einem astronomischen Zusammenhang befänden, bezogen wir uns nicht nur auf vorübergehende
oder leicht zu beobachtende Tatsachen, wie die Sonnenwende im Winter und im Sommer, also dem
täglichen Lauf der Sonne über den Himmel zu ihrem äußersten Ende, bis sie wieder, dann in
gegensätzlicher Richtung, ihren Lauf beginnt. Wir sehen auch Zusammenhänge von großer
Genauigkeit, einer Tatsache, deren Kenntnis nur den fortgeschrittenen Kulturen zuerkannt wird.
Auch wenn dies etwas übertrieben erscheinen mag, gilt dies im allgemeinen für das, was wir über
die alten Völker der Kanarischen Inseln wissen. So ist es um so auffälliger festzustellen, über
welche erstaunlichen Kenntnisse diese Menschen über den Zyklus von 18,6 Jahren verfügten;
diesen Zyklus Monde zwischen den weitesten Endpunkten den der Mond von einem bis zum
anderen Ende durchläuft, daß also dieser Zyklus eine Beziehung zu seiner Umlaufbahn auf den
Großkreis hat. In der Tat bestehen verschiedene Anhaltspunkte dafür, daß jene aufgezeigten Punkte
dem Mondlauf zuzuordnen sind, sowohl für den großen als auch für den kleinen Kreis. Bezogen
auf den Beobachter bedeutet dies, daß diese Kultur den metonischen Zyklus kannte1 (metonischer
Kalenderzyklus mit sieben 13-Mondmonaten-Jahren in 19 Sonnenjahren) und sie möglicherweise
1 Metonischer Kalenderzyklus mit sieben 13-Mondmonaten-Jahren in 19 Sonnenjahren. (Anm. des
Verfassers)

befähigt war, Finsternisse vorherzusagen. Dies alles verrät uns, wie außerordentlich gelehrt die
Menschen jener Zeit in astronomischen Dingen waren und auch die heute noch vorhandenen
Heiligtümer erbauten.

In diesem unseren Versuch, vorhandene „Unkenntnisse“ zur Bedeutung der Standorte für
astronomische Beobachtungen voranzubringen, erwarten wir jedoch eine Menge von intelligenten
Mitteilungen. Diese sind für die Erweiterung vieler und notwendiger Kenntnisse unerläßlich, um
detailliert weitere Untersuchungen über dieses Zeitalter in Lanzarote zu veranlassen.

Die beiden letzten Jahre der Beobachtungen vor Ort, die dokumentierten Untersuchungen und
unsere Hingabe haben unsere Kenntnisse über die astronomischen Zusammenhänge gemehrt,
ein Gebiet, auf dem wir keine Fachleute sind. Trotzdem lassen uns die Erkenntnisse und
Wahrnehmungen erkennen, daß ein leidenschaftlicher Weg vor uns steht, der sich erweitert,
während er weiter begangen wird. Der weitere Weg bedarf allerdings auch der Mitwirkung von
Spezialisten und auch von Einrichtungen und natürlich auch von jedem Einzelnen, der sich für
diese Thematik interessiert und begeistern kann. Weitere Mitwirkende mögen auch andere
Kenntnisse mitbringen und über Mittel verfügen, die wir nicht aufbringen können. Dies ist aber
wichtig, um ein wenig weiter zu kommen in der Erkenntnis dessen, was in der Vergangenheit des
kanarischen Volkes gewesen ist. Dieses Streben hat in bestimmten Gebieten beachtlichen
Handlungsraum, insbesondere dort, wo Entdeckungen in dieser Sache Neues bringen können und
auch vielfältige Interpretationen erkennen lassen. Wir glauben, daß sich Erkenntnisse über eine
herausragende Kultur finden lassen, die sich in diesen wunderbaren, in allen Zeiten besungenen
Inseln, entwickelte.

Als Letztes erscheint es notwendig, von den Verantwortlichen zu erwarten und einzufordern, daß
die geeigneten und erforderlichen Maßnahmen bereitgestellt werden, um die Kenntnisse über diese
Fachgebiete zu vertiefen, die für die Werterhaltung, das Studium und die Verbreitung der Bedeutung
dieser historischen Standorte nötig sind, und diese besonders für die Öffentlichkeit zugänglich zu
machen, um auf diese Art der Erinnerung an unsere Ahnen gerechter werden zu können.

Agustin Demetrio Pallarés Lasso
Antonio Romero Mora


August 2005

arqueomega@latinmail.com


Übersetzung aus dem castellano: Dr. E. Chr. Hengstenberg im März 2008
Die Verfasser des Beitrages wurden am 5.,6. und 13.04 .2008 an drei Adressen um Zustimmung
zur Verwendungd gebeten. Bis heute ist leider keine Antwort eingegangen. Somit ist bitte ein
Vorbehalt zu beachten. 16.04.2008

STAROŻYTNE SANKTUARIA ASTRONOMICZNE NA LANZAROTE




Odkrycie dowodów na zaawansowane umiejętności wśród mieszkańców wyspy w odległych czasach

Codzienna i prosta obserwacja almanachu czy kalendarza, aby sprawdzić dzień tygodnia,
dzień miesiąca, w którym jesteśmy, porę roku, która właśnie przemija lub zwykłe sprawdzenie, kiedy
odbywa się określone święto może nas zmylić i możemy nie docenić prawdziwego wymiaru takiego
wynalazku. Główną funkcją wszystkich kalendarzy jest pomiar i strukturyzacja czasu. Aby to osiągnąć,
różnorodne kultury starożytne tworzyły swoje kalendarze na podstawie pradawnych tradycji oraz
jednorazowych i cyklicznych ruchów, które wykonują gwiazdy, aby przemierzyć sklepienie niebieskie.
Są to obserwacje, które bez wątpienia wpłynęły na uzyskanie znaczącej wiedzy astronomicznej.

O tym, że na Wyspach Kanaryjskich przed ich podbojem tutejsi mieszkańcy posługiwali się
jakimś kalendarzem świadczą różne kroniki, jak np. Sedeño i Gómez Escudero, lub później- w XVII
wieku- Abreu Galindo czy Marίn i Cubas. W wymienionych świadectwach historycznych wspominane
są wydarzenia astronomiczne znane przez tamte kultury, jak równonoce i przesilenia słoneczne. Poza
tym, wzmiankuje się o sekwencjach typowych dla Księżyca, jakimi są pełnie następujące po jakimś
przesileniu. Tak więc źródła te mówią nam też o świętach i rytuałach obchodzonych przez tamtejszą
ludność, prawdopodobnie wyznaczone przez kalendarz religijno-astronomiczny. Ów teza jest
efektem długiego okresu obserwacji i badań prowadzonych według archeoastronomicznych metod
badawczych. Łączą one archeologię z astronomią w momencie, kiedy zaczynamy odkrywać znaczenie
jakiegoś z tamtych miejsc, które dawniej służyły jako obserwatoria, gdzie zanotowywano porównania
i odnośniki w celu opracowania astronomicznego kalendarza lub które stanowiły autentyczne
sanktuaria, gdzie prawdopodobnie odprawiano rytuały. Już na niektórych z kanaryjskich wysp
znaleziono miejsca potwierdzające te umiejętności wśród starożytnych kultur. Teraz na Lanzarote,
gdzie mieszkali tamtejsi „majos”, (o których Gómez Escudero mówił, że są wielbicielami Słońca i
Księżyca i że wierzyli z duchowe spotkanie swoich przodków za pomocą tych gwiazd), odnaleźliśmy
zadziwiające dowody, które nie tylko wzmacniają to, co już wiemy, ale demonstrują ściśle inne
umiejętności, do tej pory nie przypisywane starożytnym mieszkańcom Kanarów. Zwiększają one bez
wątpienia znaczenie tych archaicznych wiosek, które poprzez zaawansowaną naukę wyjawiają nam
ważne dzieła realizowane na tych terenach. Są one zapisem tego, co czas chciał ocalić i zachować dla
przyszłych pokoleń.

Te złoża zapisów astronomicznych, nieznanych archeologii wyspiarskiej, zlokalizowane są
w określonych kraterach Lanzarote, o których wspomnimy trochę później, chociaż podejrzewamy,
że nie są jedynymi. Sądzimy więc, że istnieją podobne dowody w innych częściach wyspy, których
nie mieliśmy jeszcze okazji zweryfikować. Okrągła forma kraterów pozwala na otrzymanie stromego
horyzontu o 360° i dzięki temu jest możliwe precyzyjne wyznaczenie punktu, gdzie obserwator
dostrzeże fenomen astronomiczny we wszystkich kierunkach lub dość kompletną wizję kosmiczną. Do
tego, poza charakterem rytualnym, służyły niektóre wulkany na wyspie Lanzarote: Guenia, w gminie
Teguise, Caldera Quemada w Tinajo i Caldera Quemada w Órzola w gminie Harίa. Prezentują one
serię sztucznych modyfikacji, jak okna czy otwory na ich krawędzi lub uwypuklone punkty , lub też
sporadycznie inne przekształcenia jak np. zrywanie tarasów aby osiągnąć określone poziomy, gdzie
lokuje się obserwatora lub gdzie powstaje przemieszczanie cienia, który projektuje pewny odnośnik,
działający jak gnomon, itp. Znajdują się tu, nie tyle wewnątrz, co w samym otoczeniu, różne znaki,
od intrygujących konstrukcji, przez odkopane lub podwodne jaskinie, aż po proste krążki skalne, o
średnicy mniejszej niż jeden metr lub grupy skał, czasami znaczących rozmiarów, które pozornie
znajdują się w swoim naturalnym położeniu, jednak bardziej dokładna obserwacja wykrywa ich
pochodzenie z innego otoczenia, (zawsze bierze się pod uwagę interwencję człowieka). Byliśmy w
stanie sprawdzić, że linie, które tworzą się pomiędzy różnorodnymi znakami i modyfikacjami skrywają
liczne i zaskakujące relacje pomiędzy zdarzeniami i fenomenami astronomicznymi. Obrazują nam one
pewne przypuszczalne zjawiska, że nie można wykluczyć, iż miały inne funkcje i znaczenia dla kultur
tworzących różne dzieła i były bez wątpienia używane jako obserwatoria. Stanowią podobieństwo
starożytnych kręgów kamiennych, jak Stonehenge w Wielkiej Brytanii- można tu zaobserwować
pewne cechy wspólne, takie jak okrągły kształt oraz ich ułożenie astronomiczne, które mogłyby
zawierać bardziej starożytne pochodzenie.

Kiedy upewnimy się, że ów modyfikacje i oznaczenia w wymienionych kraterach są
uporządkowane i ułożone liniowo pod względem astronomicznym, nie będziemy ich odnosić jedynie
do zdarzeń i fenomenów, które są łatwe do zaobserwowania, jakimi mogą być np. przesilenia letnie i
zimowe, kiedy Słońce, podczas swojej codziennej wędrówki po horyzoncie, osiąga swoje ekstremum
i zaczyna przemieszczać się w innym kierunku. Mówimy również o liniach równonocnych, zjawisku
fenomenalnym, charakteryzującym się dużą precyzją- wiedzę na temat jego istnienia przypisuję
się jedynie bardziej zaawansowanym kulturom. I to wszystko może przynieść nam poszerzone
informacje, w kontekście tego, co już wiemy o starożytnych Kanaryjczykach. Jeszcze bardziej
niezwykłe będzie wtedy usystematyzowanie nadzwyczajną wiedzy, którą posiadali o 18,6-letnim
cyklu, który robi Księżyc od jednego ze swoich większych przystanków do kolejnego, cyklu, który ma
związek z rozdzieleniem księżycowej orbity w stosunku do elipsy. W efekcie, istnieją różnorodne
wskazówki, które podkreślają punkty, gdzie występują te przystanki Księżyca, zarówno te największe,
jak i najmniejsze, w odniesieniu do obserwatora. To znaczyłoby, że starożytni Kanaryjczycy znali
cykl Metona i prawdopodobnie byli zdolni przewidywać elipsy, wszystko to wyjawia nam niezwykłe
działania, które miały miejsce w materii astronomicznej, projektujące te autentyczne sanktuaria.

W naszej próbie uzyskania tego, co odzwierciedlają i co oznaczają te miejsca zauważyliśmy,
że ogromna ilość przesłanek dotyczących tego, czym była ta ważna wiedza w starożytności wymaga
bardziej szczegółowych badań.

Dwa ostatnie lata obserwacji miejscowych, badań dokumentacyjnych i poświęceń, aby
powiększyć nasz zasób informacji o wiedzy astronomicznej, na temat której nie jesteśmy ekspertami,
miały nam pozwolić na dostrzeżenie, że istnieje pasjonująca droga badawcza, która poszerza się
w miarę jej przemierzania. Wymaga to jednak uczestnictwa specjalistów i organizacji, aby znalazł
się ktoś, kto zainteresuje się tymi zagadnieniami, które proponujemy i aby mógł nas wesprzeć i
przyczynić się do zdobywania dalszych wiadomości i środków, którymi nie dysponujemy, aby trochę
bardziej rozwinąć się w kierunku rekonstrukcji tego, co mieściło się kiedyś w kanaryjskich wioskach,
co w pewnych aspektach prezentują powstałe laguny; przede wszystkim kiedy odkrycia tej natury
otwierają nowe i sugestywne drogi interpretacji tego, że wierzymy iż była to wybitna kultura, która
rozwinęła się na tych cudownych wyspach, wychwalanych od wieków od momentów ich odkrycia.

Reasumując, omija się potrzebę ubiegania się u odpowiedzialnych za te kwestie osób, to
jest o efektywne środki konserwacji, studiów i szerzenia informacji przekazywanych do wiadomości
publicznej tego, co zawierają te miejsca. Tym sposobem zrobimy więcej dla pamięci o naszych
przodkach.

Agustín Demetrio Pallarés Lasso

Antonio Romero Mora




Lanzarote, lipiec 2002